En «El Fantasma» Vanda Krai habla de una ausencia profunda y dolorosa en su canción más íntima hasta la fecha. La sencillez musical de la guitarra acústica y la voz cómo únicos instrumentos contrasta con el mensaje complejo de «El Fantasma» y al mismo tiempo, deja lugar para la esperanza de que el amor perdido encontrará alguna forma de volver otra vez a su vida. Vanda mantuvo la grabación original, hecha a las 2 de la mañana en un estudio random en Finlandia, junto a su amigo Erik Sjoholm quién tocó la guitarra.